2020 ha sido un año fatal para el enorme radiotelescopio de Arecib. Lo que empezó con un par de cables rotos y siguió con el anunció oficial de su demolición, terminó con la plataforma derrumbándose y haciéndose añicos. El radiotelescopio de Arecibo era el segundo más grande del mundo, solo por detrás del ruso RATAN-600, pero ahora ese puesto ha quedado ocupado por el FAST chino, un radiotelescopio de 500 metros que en 2021 se abrirá a la comunidad internacional.
A partir del año que viene, China comenzará a aceptar solicitudes de científicos internacionales que deseen hacer mediciones usando el FAST (Five-hundred-metre Aperture Spherical Telescope o telescopio esférico de quinientos metros de apertura). Actualmente el radiotelescopio se usa, principalmente, para capturar señales de radio emitidas por, sobre todo, púlsares.