Apple ha hecho un cambio en la distribución de macOS que no va a cambiar nada en la vida de los usuarios finales, pero que sí impactará en el trabajo de los técnicos, aficionados y expertos a la hora de tratar con el sistema. A partir de ahora las actualizaciones de macOS dejan de poder descargarse en paquetes standalone.
En otras palabras, macOS Big Sur ya sólo podrá actualizarse desde el panel correspondiente en Preferencias del Sistema, y ya no más a través de un instalador que se pueda descargar desde la propia web oficial de forma independiente. Parece que macOS Catalina ha sido el último macOS con el que se podían hacer esas actualizaciones.